Balbuceos:

viernes, 12 de febrero de 2010

Independencia y autogestión musical. El otro yo

La piratería es un tema siempre debatible y muy de moda. Conforme van pasando los años y el acceso a Internet es más común, las descargas electrónicas se han convertido en un opción para los amantes de la música, principalmente por los altos costos que impone el mercado.

Muchas bandas, lejos de ver esto con recelo, saben que por un lado es conveniente, puesto que la libre distribución de su música alcanza oídos a los que de otro modo no llegaría y esto puede repercutir en más entradas para sus conciertos, donde los ingresos realmente les generan beneficios (no así en la compra de los discos, donde sólo un pequeño porcentaje les queda a los artistas).

Sin embargo el fetiche del disco sigue teniendo lo suyo (no tanto como los acetatos claro, pero aún así conserva algo). Muchos seguimos privilegiando a nuestras bandas predilectas comprando sus discos en físico, aunque sabemos que más que nutrirlos a ellos, nutrimos a una industria.

Pero hay casos especiales, donde el importe pagado adquiere otro sentido y valor. Es el caso de los sellos independientes o la música autogestionada, esa que no es tomada en cuenta por las grandes disqueras, o que simplemente han optado por un camino distinto al del “establishment”.

El culto al disco físico bien vale la pena en la música independiente, no sólo porque apuestas directamente por una banda, sino porque lo haces también hacia un movimiento.
A finales de lo 80`s en Temperley (Buenos Aires, Argentina), inicia su carrera una de las bandas de rock alternativo más influyentes dentro del Indie latinoamericano: El Otro Yo.

Sumando su nombre al de Bandas como la Renga y los Redonditos de la Ricota, el Otro Yo apuesta por seguir un camino distinto en la industria musical. 20 años y un montón de discos después, la banda ha consolidado un sello independiente (Besótico records) desde el que apoyan otros proyectos, realizaron la gira más extensa del rock nacional en su país y han demostrado el gran alcance que se puede tener desde la independencia.
Bien vale la pena tomarlos de ejemplo, bien vale la pena comprar un disco de ellos. No sólo porque son una extraordinaria banda, sino porque representan una alternativa, y un exitoso paradigma de la autogestión en la música.



martes, 19 de enero de 2010

La desmemoria

Tuvieron que pasar más de 20 años para que la derecha volviera a ganar unos comicios en Chile. La gestión de Bachelet, y su impresionante 80% de popularidad, no fueron suficiente para persuadir al electorado de no repetir el pasado.

Con la promesa de sumar a su gabinete a ex colaboradores del dictador Augusto Pinochet, el "Berlusconi" chileno arriba al poder por un estrecho margen, en unas elecciones que se mantuvieron cerradas hasta el último momento.

En América Latina sufrimos una desmemoria histórica. Estamos condenados a repetir los errores y caer en eternos círculos viciosos.

Pero que podemos esperar con un sistema que nos ofrece opciones tibias, donde las izquierdas y las derechas institucionales se funden y se confunden. La fe en la clase política está cayendo estrepitosamente por todo el continente y todo esto contribuye a una cosa: la desmemoria. Posiblemente a la gente que rodeó a Pinochet ya se le olvidó el significado de la tortura, o el como desaparecer disidentes...¿por qué no se les da otra oportunidad?.

Las condiciones son distintas, si, pero los actores son los mismos. Un pueblo que olvida está condenado a repetir el pasado.