Balbuceos:

sábado, 2 de febrero de 2008

Héroes al fin

“Silencio, he odio una voz,

es posible que alguien se acuerde de mi”

-HDS-

¿Por dinero? Tal vez, todos lo hacen, pero hay cosas que nos ponen a pensar que esa razón es la menos importante de todas. Los Héroes del Silencio vuelven a los escenarios después de más de una década de ausencia, con su tour 2007, y limitándose únicamente a 10 conciertos alrededor de Iberoamérica. Guatemala, Buenos Aires, Los Ángeles, Monterrey, Cd de México, Zaragoza, Sevilla y Valencia los recintos elegidos. Con la ausencia del que fuera considerado el quinto Héroe, Alan Boguslavski, los cuatro integrantes originales (con la inclusión en la segunda guitarra de Gonzalo Valdivia, hermano de Juan Valdivia, guitarra principal de los Héroes) eligen bien sus escenarios, y limitan una gira de inmensa calidad, dejando claro, que si lo que les interesara fuera la plata la gira sería en 10 países y de 50 conciertos, Fueron muchos los lados que se quedaron con ganas de ver a los Héroes en su país, y muchos los que viajaron a otro a verlos. Este reencuentro es porque han recordado lo bueno que era estar juntos sobre un escenario, y porque sienten que le debían un mejor final a sus fans, digno final para una banda tan importante dentro de la historia del rock en español.

11 años después

El reloj apenas cruzaba la frontera de las diez, una hora más de lo previsto, cuando las sombras de dos Héroes (Valdivia y Bunbury) se imponían a las pantallas que aún sobre el escenario, irradiaban un océano azul metálico. Los primeros acordes de “El Estanque” ponían final a un silencio musical de esta banda que se había extendido por más de 11 años en la capital azteca. La promesa era cumplida, la gira del próximo milenio llegaba al Distrito Federal, Los Héroes del Silencio estaban de vuelta.

Horas de desvelo acumuladas para estar ahí, miles de kilómetros recorridos desde la costa pacífico, minutos que se contaban por centenares y centenares desde la llegada al lugar del evento y la prolongada espera para que se abrieran las puertas del recinto. ¡Correr! como despavoridos hasta el interior del inmueble para acercarse lo más posible a un escenario que se muestra majestuoso e inolvidable desde la primera impresión. Más horas de espera y de calor de los cuerpos agazapados unos contra otros, defendiendo hasta el último centímetro de su lugar ganado. La última hora, siempre eterna y llena de desesperación, que igual se evidencia con gritos y cánticos, que con empujones, solo para terminar esperando una hora mas por una falla técnica. Es cuando toda la carencia sufrida, todo el cansancio acumulado, todo el tiempo esperado se diluye al sonar un acorde, al aparecer una silueta, al escuchar una voz. Todo se borra, y se da paso a un momento memorable, que se extenderá las siguientes dos horas y media, y que esa noche del 4 de Octubre, a reunido a mas de 60 000 personas en el interior del Foro Sol.

¡México Distrito Federal, Buenas noches!

Tres canciones después de las 22:05 hrs. Enrique da la bienvenida, se reencuentra con el monstruo, se disculpa por la demora y pide al Foro Sol que ruga con su voz más potente esa noche, pues los Héroes han escogido este recinto para el inicio de la grabación del DVD de su gira. La gente estalla, y no decepciona, responde con su calor más intenso, con su grito más descomunal, con la liberación de un sentimiento guardado por años. Los héroes estallan, no decepcionan, responden con magia, con fuerza, con coraje, con esa chispa que han reencontrado y que los ha traído de vuelta a los escenarios.

El recinto está a reventar, y miles de voces no paran canción tras canción. La Sirena Varada revienta el Foro y la banda demuestra que está en su mejor momento; más madura, más sabia, el descanso les ha sentado bien, y quizá porque olvidaron sus diferencias o quizá porque recordaron lo que los unió la primera vez, hoy vuelven de nueva cuenta a subir juntos a un escenario. Repaso de discografía, las clásicas e imperdibles, y una que otra sorpresa sacada del baúl. Y viene un gesto de los grandes, y el escenario se traslada hasta la frontera entre las Zona A y la B, la banda se acerca más a la gente, y entonces Enrique habla sobre lo que muchos nos cuestionamos, y critica la plasticidad de la radio, y pregunta ¿dónde están los grupos, dónde están las bandas en los canales de música, que ahora solo programan reality shows?, y hace una petición a todos los programadores de esos canales, que es secundada con un estruendoso apoyo de 60 mil gargantas: que hagan una apuesta por el rock and roll.

Avalaaaaaaaaaaaancha!

Un espectáculo de primer nivel, el regreso no se guardó nada, una gira que además de la fuerza musical contenía una infraestructura impresionante. Visualmente atractiva, sonoramente impecable y Enrique paseándose y adueñándose del escenario como el monstruo que es. Complementándose con Pedro Andreu en la batería, Joaquín Cardiel al bajo y el maestro Juan Valdivia en la guitarra, de quien se desvivo en halagos, demostrando que todo rencor quedó atrás y dejando claro que la magia está en el grupo, y porque juntos se convirtieron en una banda de culto dentro del rock en español.

No más lagrimas, impecablemente tocada, Entre dos tierras, la más potente, Iberia sumergida levantando los puños de los asistentes al compás que el líder de los héroes marcaba, y el entrañable Maldito duende, ¿qué fan no soñó alguna vez corear esa canción en un concierto? Sentirse parte de ella, hacerla suya. El repertorio sigue, parecen empeñados en satisfacer hasta la última petición.

Con Avalancha se despidieron por primera vez, porque como buena banda de rock tenían que irse para volver al sonido de ¡Héeeeroes! ¡Héeeeroes!. El concierto retoma su fuerza y nos lleva a clímax mas alto, son casi las dos horas cumplidas cuando los acordes de la guitarra de Juan Valdivia hacen caso a las plegarias de los miles de fans que no cesaban de pedir ¡chispa, chispa!, uno de los momentos más intensos de la noche se da al entonarse la tercera de la saga de las Bendecidas, La chispa adecuada, y mientras Bunbury, al borde de las lagrimas, se despedía en medio de una lluvia de confeti que explota y emana del escenario, el Foro Sol en su totalidad culmina la canción a tambor batiente. Un cierre espectacular, pero no puede ser el último, y la gente lo sabe, o no lo sabe, pero lo espera, y tras los canticos que no cesan reciben por última vez el regreso de sus héroes para lo que será el último bloque del concierto. A las 00:30 horas, del viernes 5 de Octubre, y justo al terminar en brazos de la fiebre, un cielo iluminado por un espectáculo de pirotecnia, pone la cereza del pastel, de lo que para cualquier fan de la banda zaragozana, ha sido el concierto de sus vidas.

Los héroes se han ido, posiblemente para no volver nunca más a compartir un escenario juntos, pero al menos, por esta gira han olvidado todo lo que los separó alguna vez, todo el cansancio que caía sobre ellos se ha esfumado, y han cumplido su cometido. De nosotros, los de esa noche de octubre en el foro sol, no queda más que el más sincero agradecimiento y la satisfacción de haber presenciado ésta, su última gira juntos, y con la certeza de que al menos “por esta noche nos podemos despedir”.

Chopa

Crónica del primer concierto en la Cd. de México. 4 de Octubre de 2007

1 comentario:

Miguel Aram dijo...

Buena crónica mi buen Chop. Copié la dirección de tu blog de tu nik del msn. Espero que postees con frecuencia porque estaré checando este blog!

Saludos man!